
Utópolis
Por Lorena Lozano
Se acerca el final de año y en el Patio Sur, la estación meteorológica de ecoLAB continúa generando datos a tiempo real que David Pello ha colgado en la red y están a disposición de quien quiera utilizarlos. Hemos tenido recientemente la visita de Refarm the City que durante 15 días en residencia han realizado el diseño y la producción de un conjunto de herramientas para los agricultores digitales y educadores además de dar a conocer sus avances en una sesión abierta al público en LABoral. Las nuevas herramientas diseñadas, son dos: por una parte, una versión más potente del sistema de riego on vacations que, además de monitorear diferentes datos (temperatura, humedad y luz) también puede controlar el flujo de agua, sistemas de respaldo (energía y agua), recogida de datos, conexión a internet y visualización de datos en local, un conjunto muy completo con bomba de agua, válvulas y sensores incluidos. Por otra parte, han realizado herramientas para niños que trasladan los datos recogidos a sentidos diferentes – temperatura a movimiento, humedad a luz y luz a sonido. Este conjunto de traducción de datos también contiene herramientas para producir energía del viento y del sol para recargar las pilas, dinamos pequeñas y molinos de viento.
Prototipo de Refarmthecity. Foto: David Pello
El Almacén Sur de LABoral continúa abierto hasta el 9 de Enero y dos colectivos regionales han mostrado sus proyectos e ideas.
En el mes de Octubre, la muestra estuvo a cargo de Gaia y Sofía, un equipo afincado en Arriondas, muy cerca de los Picos de Europa, que llevan a cabo, desde una visión holística, una labor enfocada a la creación y divulgación de recursos didácticos, foros de discusión, talleres de sensibilización ambiental y consultoría socioecológica. Con el nombre Vivir Experiencias han querido englobar el sinérgico resultado de la simbiosis con el ecoLAB, aventurándose por primera vez en dominios urbanos y mostrado una antología de instantes gráficos, aportaciones artísticas y reflexiones fruto de experiencias facilitadas en Fincas Ecológicas durante los llamados Encuentros de Ecotalleres celebrados en Asturias el Verano 2011. El no-jardín de ecoLAB fue una explosión de color y de poesía con esculturas al aire libre hechas de materiales orgánicos y un laberinto de calabazas de la mano de la artista Babubai que trata de representar la compleja red en la que nos sostenemos, escenificando de forma efímera el lugar y la armonía del encuentro. Para la ocasión, “Las CasiCasiotone”, un dúo de artistas asturianas, crearon un paisaje sonoro confeccionado a través de grabaciones de campo y sonidos generados por instrumentos analógicos y virtuales. La muestra estuvo acompañada de un Ecotaller, celebrado en el no-jardín, un contexto tecno-ecológico para lo que los autores llaman la co-creación del Currículo Invisible. El término Ecotalleres, es sinónimo de “talleres del hogar”. Eco-, “oikos” del griego, viene a englobar lo que solemos distinguir como casa, hogar y familia; haciendo referencia tanto al espacio material en el que vivimos (el ambiente), como al sentimiento hogareño que compartimos las personas que lo habitan. El “Contexto” es un aspecto clave del llamado currículo invisible, ya que reconocemos que el aprendizaje no tiene lugar en cualquier sitio y por ello los espacios son un elemento esencial e integral de la educación ambiental. Mucho de éste aprendizaje es consciente, pero también puede ser – y a menudo lo es- inconsciente. Por ello, atribuyéndole ese valor al contexto, la selección del los lugares en los que se albergan los encuentros y la proyección artística que se implementa en él, se hace con la intención de resaltar el espíritu ecológico de cada lugar; su sentido de lugar. En esta ocasión, el hilo conductor del Ecotaller, fue la inmersión en el paisaje, la percepción subjetiva de éste por los individuos y la creación de un paisaje colectivo ligado a la experiencia del entorno. Un acto recíproco de lectura y escritura del paisaje, puesto que el paisaje es como un libro que se lee e interpreta. Colectivamente se creó un mapa de percepciones y experiencias, y el no-jardín, por medio de pequeñas historias de instantes vividos fue un dibujo de la psique colectiva en constante comunicación con el paisaje.
Laberinto y esculturas de Calabazas de la Artista Babubai. Fotos: Lorena Lozano
El mes de Diciembre el Almacén Sur alberga el trabajo de Rubén Suárez y Marianna Nieddu, miembros del colectivo Huerta Guerrilla, cuya muestra que podrá verse hasta el 9 de Enero del año próximo. Bajo el lema “U–topiks?: realidades y ficciones sobre una conexión rural-urbana”, los autores analizan las fracturas producidas durante los dos últimos siglos en la relación campo-ciudad. A partir de ahí, se plantean utopías, distopías y realidades, en un juego proyectual que reflexiona sobre la re-conexión e hibridación entre lugares desde perspectivas artísticas, lúdicas, culturales y tecnológicas. La exposición genera un recorrido interactivo que analiza las relaciones campo-ciudad y que va desde los conceptos de “no-lugar” al de “buen-lugar” e incita al visitante a comprender, proponer, y repensar la realidad rural y urbana. Este proyecto se completará con un taller que se celebrará el 7 de enero de 2012. Uno de los elementos más llamativos de la exposición es Utópolis, un juego de cooperación que plantea posibilidades de futuro para una vida en el campo, mediante la aplicación de las transformaciones tecnológicas, sociales y económicas. Por medio de un tablero en el que se representa el territorio y mediante cartas que aportan al jugador@ elementos tales como sustento vital, comunicación, energía, economía/organización, ocio y cultura, el objetivo es conseguir una vida sostenible, que puede ser utópica, de forma que todos los jugador@s lleguen a ser autosuficientes. Algunas cartas poseen códigos-Q con un enlace a una página web que tiene relación con los conceptos que se describen en la misma. Una fantástica forma de compartir una realidad que se crea jugando.
Entre algunas buenas noticias, apuntar que Paula Pin, colaboradora de ecoLAB, ha sido premiada con Incentivos a la Producción dentro de la convocatoria de este año del ConcursoInternacionalArteyVidaArtificialdelaFundaciónTelefónica. Su proyecto se gestó este verano trabajando en ecoLAB y con el título Concerto Fotosintético, la artista propone una investigación en instrumentos de sensorización biológica y en interfaces fisiológicas. Su intención es la de crear nuevas formas performativas en las que combinar interacciones tecnológicas con fuerzas y elementos naturales, humanas, vegetales y animales. Teniendo como elemento generador el proceso fotosintético, pretende traducir éste a entornos sonoros generados por síntesis granular. Para ello ha comenzado a construir un set de espectrómetros manufacturados que junto con microscopios e instrumentos analíticos para clorofila y melanina conectados a un sistema de computadores alimentados por energía solar, producirán diferentes tipos de data interrelacionada de la que surgen ecosistemas sonoros emergentes y efímeros.
Por otra parte, fuimos invitados a presentar el proyecto del ecoLAB en la Fundación Cristina Enea de San Sebastián en el mes de Noviembre. Esta Fundación, en colaboración con Tabakalera-Arteleku, han creado el proyecto LandArea, una propuesta que busca “favorecer una reflexión en torno a las relaciones que surgen entre la tecnología, el medio ambiente y la vida”. LandArea incluyó dos conferencias, un taller y una exposición en el Centro de Recursos Medio Ambientales de Cristina Enea, y según explica el director de la Fundación Cristina Enea, Txema Hernández, el proyecto pretende convertirse en “un punto de (re)unión para gente que tenga inquietudes sobre los modos de aplicación de la tecnología en la vida cotidiana, cuál es la función de esa aplicación y las interacciones que ello puede generar en la naturaleza. Para ello, se utilizará como caso práctico la figura del huerto y, más concretamente, el huerto urbano”. En el marco de estas actividades, Hernani Días presentó refarmthecity y llevó a cabo un taller de diseño de un conjunto de herramientas para agricultores digitales y educadores. Por otra parte, ecoLAB dio a conocer las actividades que se han venido organizado en el Patio Sur de LABoral, así como la filosofía de este punto de encuentro.
Los jardines OKOGarden yYo–YoGarden de Bélgica y República Checa organizaron también en el mes de Noviembre una EcoConferencia que tuvo lugar en Praga y en la que ecoLAB presentó su trabajo. Durante tres días de conferencias y actividades hubo participación de artistas, biólogos, activistas, ONGs, economistas, etc… que confrontaron sus puntos de vista y reflexionaron sobre el concepto de crecimiento en la sociedad actual y sobre los conceptos de naturaleza y natural que nos llegan mediados desde el arte y la ciencia. Muchos de los proyectos presentados son fruto de una hibridación de prácticas artísticas que toman como campo de experimentación los nuevos y emergentes espacios verdes de las ciudades o retoman espacios rurales con diferentes propósitos. ¿Son estos enfoques artísticos otra fantasía utópica o podemos pensar en ellos como una herramienta política en la praxis de la transformación social y ambiental? En esta disolución contemporánea de lo natural, cultural y tecnológico, ecoLAB entra a colaborar con OKNO Garden en un proyecto en común cuyo interés es construir comunidades, abrir y conectar un jardín global y relacional, establecer un diálogo entre la creación contemporánea, el paisaje, la identidad cultural y el territorio.
Visualización de colmenas en el Jardín de OKNO; Bruselas.
Cultivos Hidropónicos DIY, Praga Eco-conferencias http://our.windowfarms.org/
Y para celebrar el final de año, una receta de Susanna Tesconi, raviolis de calabaza: preparamos la calabaza pelándola y cortándola en cubos pequeños, la envolvemos en papel aluminio junto con un diente de ajo y una ramita de romero y la cocinamos en un horno caliente hasta que esté blanda. Luego lo procesamos en una licuadora con 50 gramos de queso parmesano, un poco de mostaza, canela, nuez moscada, ralladura de limón y pan sin la corteza. Para la pasta mezclamos dos huevos y 200 gramos de harina y amasamos. Hacer pasta fresca es algo delicado e íntimo cuyo procedimiento requiere un tiempo determinado y mucha atención al detalle. Al amasar la energía se concentra en la masa y Susanna Tesconi nos propone visualizar la energía producida durante el proceso gracias a un dispositivo que tiene un input (sensor de presión) colocado debajo de la masa y dos outputs (un pequeño motor y dos bombillas LED) colocados dentro de la calabaza vacía[1]. La intensidad de la luz y la vibración dependerán de la presión ejercida durante el amasado y se podrá visualizar el momento en el que la calabaza está latiendo, vibrando y esperando ansiosamente por la pasta. Con estas señales de la calabaza y cuando la pasta esté dura, la dejamos descansar envuelta en papel film. Más tarde estiramos la masa dejando un grosor de más o menos un milímetro, cortamos cuadrados de unos cuatro centímetros de lado sobre los que colocamos pequeñas porciones de relleno como del tamaño de una nuez. Así es como ambos elementos se encuentran, convirtiéndose la pasta en una cariñosa cubierta para la suave carne de la calabaza. Los bordes de la masa los pintamos con un poco de clara de huevo y los cerramos haciendo pequeños paquetes, luego los cocinamos en abundante agua hirviendo. Para servir, en una sartén se derrite un poco de mantequilla, se retira del fuego y se agregan unas hojas de salvia, sal, pimienta y un poco de queso rallado. Para acompañar, Joako Desdelosárboles, nos sugiere poner mucho color a la comida con una ensalada de remolacha, rúcula y flores de caléndula. De postre Hernani Días nos recomienda la tarta portuguesa de naranja de inverno y Javi Palacios dice que de coktail… siempre ron, con zumo de frutillas.
Susanna Tesconi.....Pumpkin anxiously waits for pasta......interactive installation.
[1] Interactive installation integratingIntheeyeofobserver A Project Based on the Handcraft of Making Pasta & the Art of Observing.